miércoles, 23 de abril de 2008

sonamos, soneto

un corazón azul nadaba muerto
no por el frío del agua helada
sino por la sangre que antes llevaba
puntadas de odio clavadas al cuerpo

azul vestidos no tienen acierto
hombres de ley con sus gorras calzadas
y costureras que no saben nada
son perseguidas por el azul puerto

uno de afuera quizás nada entienda
el rey sastre esconde más de un pecado
el ya no empuja ni tira las riendas

las probó a todas y mas que un bocado
el silencio exigía a todas ellas
azules almas que se han vengado